La llamada “zona dorada” de Altamira se consolida como un punto estratégico para los negocios en el sur de Tamaulipas, impulsada por importantes avances en infraestructura que transformarán la movilidad y la imagen urbana del municipio. Así lo señaló el presidente municipal, Armando Martínez Manríquez, al destacar el próximo arranque del ambicioso proyecto del segundo piso vial de Altamira, previsto para finales de 2025.

Segundo piso Altamira: un proyecto clave para la movilidad

El plan contempla la construcción de una vía elevada que conectará puntos estratégicos de la ciudad y permitirá mejorar de manera significativa el flujo vehicular, en especial el tráfico pesado que atraviesa la región. Empresarios locales han manifestado su respaldo, al considerar que esta obra dará un nuevo impulso al desarrollo económico y la competitividad de la zona.

Los estudios preliminares señalan que los trabajos iniciarán en la Avenida Las Torres, en el municipio de Tampico, donde se colocarán las primeras pilas de soporte. Una de las innovaciones es que las estructuras serán prefabricadas, lo que permitirá agilizar la instalación y reducir los efectos en la circulación durante el proceso constructivo.

Conexiones estratégicas y beneficios para la región

El trazo del segundo piso recorrerá la Avenida de la Industria e incorporará un tercer nivel en el Libramiento Poniente, lo que facilitará la salida del transporte de carga hacia el norte del estado y del país. La vía descenderá en el sector conocido como El 20, una de las zonas con mayor congestión vehicular, ofreciendo una solución directa a este problema histórico.

La inversión estimada asciende a 6 mil millones de pesos, financiados completamente con recursos privados, lo que garantiza que el proyecto no represente una carga para el erario público. Se espera que las obras tengan una duración aproximada de dos años y que entren en operación hacia finales de 2027.

El acceso al segundo piso tendrá un costo de 15 pesos bajo un sistema de banderazo, diseñado para asegurar la sostenibilidad financiera de la obra sin afectar de forma significativa a los usuarios. Con ello, Altamira y la zona conurbada Tampico–Madero se encaminan hacia un modelo de movilidad más moderno y eficiente, que contribuirá al desarrollo urbano y económico del sur de Tamaulipas.